Hace 50 años memorizábamos los números de teléfono y las
direcciones para no tenerlos que buscar en la agenda. La educación se basaba en
la memorización de conceptos. Cuanto más se memorizaba más probabilidad de
tener una buena nota y aprobar. La mayoría de las personas mayores de 40 años todavía
recuerdan teléfonos de familiares y amigos.
Algunos expertos afirman que en la actualidad no memorizamos
los números de teléfono, ni las direcciones, ni los e-mails, porque los tenemos
en la memoria de los ordenadores o móviles. Eso es cierto, pero se ha
sustituido por la memorización de claves para acceder a esos dispositivos y el
conocimiento de los pasos para poder buscar información por internet.
Con estos procesos el tipo de ejercicio de memoria que
realizamos ha cambiado. En lo que coinciden muchos expertos es que es mas útil
saber buscar la información y clasificarla adecuadamente que memorizar como
finalidad en sí misma.
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