Las emociones positivas abren el foco de nuestra atención y
nos permiten captar más experiencias. Cuando contemplamos las cosas que nos
suceden con una actitud positiva, nuestra percepción cambia.
Cuando nos hallamos en un
estado de ánimo optimista y energético se activa el área prefrontal
izquierda del cerebro.
Esta región del cerebro alberga unos circuitos que nos
recuerdan lo bien que nos sentimos cuando alcanzamos una meta largamente
anhelada.
La visión positiva determina, a nivel neuronal, el tiempo que
podremos seguir sosteniendo esa perspectiva positiva y eso también se aprende y
es una forma diferente de enfocar el aprendizaje y los problemas.
Basado en el libro "Focus" de Daniel Goleman
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