“El exceso de
información va necesariamente acompañado de una pobreza de atención.” (1977-Herbert
Simón).
Poder centrar el
foco de atención y dejar de ocuparnos de otro es una tarea cada vez más
complicada para la mayoría de profesores, sobre todo con adolescentes y niños.
La atención
concentrada mejora el aprendizaje y el rendimiento académico.
Cuando conseguimos
aislarnos (de las cosas que nos distraen) y nos concentramos en aprender, el
cerebro relaciona la nueva información con la que ya conocemos y establece
nuevas conexiones neuronales.
Los niños repiten
los nombres y el vocabulario que les enseñamos cuando prestan atención, si no
lo hacen se les olvida rápidamente.
Un método para
conseguir la atención de los niños es hablarles a través de un muñeco a
marioneta, así captamos su atención y no se distraen. (Focus-Daniel Goleman)
En un congreso
celebrado en Silicon Valley el ponente pregunto cuántos de los asistentes
estaban conectados y consultando sus dispositivos móviles. Resultado: 78% de
los presentes. El ponente llamó a ese estado: ”atención parcial continua” si
prolongamos ese estado en nuestra mente, con el tiempo perdemos la capacidad
total de concentración y cada vez nos
resultan más difíciles las tareas que la requieren. Para mejorar la falta de
atención deberíamos dedicar cada día un tiempo a los dispositivos móviles y el
resto del tiempo concentrarnos en otras tareas e ignorarlos.
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