Para
alcanzar el objetivo de una educación bilingüe se debería comenzar a enseñar el
segundo idioma lo antes posible, mejor si es a partir de 3-4 años, cuando el
cerebro todavía es muy moldeable y es capaz de aprender las nuevas estructuras lingüísticas
sin compararlas con la lengua materna. El mejor método de aprender un segundo
idioma es la imitación y la repetición, igual que aprendimos nuestro primer
idioma.
Para
hablar una segunda lengua debemos evitar traducir las frases, lo importante es
repetir frases en determinadas situaciones y hacerlo el número de veces
necesario para que esa habilidad
lingüística se quede grabada en el cerebro.